
Es bastante sencillo que nos roben el coche. Lo más indignante es que, en ocasiones, cuando tenemos una avería en nuestra llave original (o estamos cerca de un edificio oficial con inhibidores), nos quedamos tirados por culpa de un sistema que está pensado para evitar robos, pero que, en la realidad, es más fácil que impida que nosotros mismos podamos usar el coche cuando fallan que el que alguien que realmente quiera llevárselo lo pueda hacer.
Por desgracia, los ladrones no van por ahí con una pata de cabra en la mano, antifaz y un saco con el símbolo del dólar. Aunque los fabricantes de automóviles mejoran constantemente sus sistemas anti-robo, ellos también están cada vez mejor preparados y, al fin y al cabo, los actuales sistemas de seguridad de los coches no dejan de ser meros programas informáticos, susceptibles de ser hackeados.
Los más vulnerables son los modelos de alta gama o más de moda, pero también nuestro sencillo utilitario les puede interesar si ven que dejamos en él cosas de valor, que abrimos el maletero para dejar un portátil, una tablet o una cazadora, etc.
Si quieren de verdad robarnos, lo van a hacer, pero podemos hacer que prefieran ir a por otra presa si tomamos ciertas precauciones como:
- Nunca dejes cosas de valor en el coche a la vista ni te pongas a ocultarlas justo en el lugar donde lo vayas a dejar aparcado. Si te ven metiendo algo en el maletero, van a ir a por ello.
- Si tu coche tiene reconocimiento automático de llave, asegúrate de que lo dejas cerrado. Lee el manual de instrucciones de tu coche. En muchos modelos, pulsando dos veces seguidas el bloqueo de las puertas o con una pulsación de más de 2 segundos se desactiva el reconocimiento de llave y sólo se pueden abrir las puertas volviendo a pulsar la tecla de desbloqueo. En otros es tirando de la cerradura mientras cerramos, o de otra manera, por ello debes consultar el manual de instrucciones del coche para saber cómo cerrarlo anulando el reconocimiento de llave.
- No es una mala idea guardar la llave en algún tipo de caja que bloquee la señal que emite, una especie de jaula de Faraday. A veces basta con algo tan simple como envolver la llave en papel de aluminio cuando la tengamos en casa o en la oficina.
- Sospecha si ves otro coche que más o menos sigue tu recorrido en un parking y que se para cerca de donde aparques. Normalmente van dos personas en él, ya que uno debe quedarse en su coche para irse y el otro será el que entre en el tuyo. Si ves algo extraño, cierra bien el coche y asegúrate de que ha quedado cerrado; no te fíes sólo de que se enciendan los intermitentes, acciona las manillas de puerta para cerciorarte de que están bloqueadas.
- Consulta con tu compañía de seguros la posibilidad de contar con un sistema de geolocalización del coche. Algunas compañías ofrecen este servicio.
Fuente: autocasion