
La junta de la culata o cabeza de motor del coche se utiliza para mantener la hermeticidad de la compresión. Es la pieza encargada de conseguir una óptima estanqueidad entre los dos componentes a los que se encuentra ligada. Tiene una serie de aperturas para la cámara de combustión, espárragos y el paso del circuito de refrigeración, todo para ayudar a evitar o prevenir fugas de anticongelante y lubricante en los circuitos de engrase.
Por otro lado, es también importante, para conocer la pieza por completo, saber el tipo de juntas de culata que existen en el mercado.
- De aluminio y cobre en una única pieza.
- De acero con canales de distinta profundidad alrededor de los huecos.
- De composite o resinas recubiertas de chapa metálica.
- Compuestas por un juego de dos a cinco finas hojas de acero al carbono.
- Blandas y prensadas, que suelen combinar amianto con hierro o cobre.
Existe esta diversidad de juntas de culata, ya que tiene diversos usos, aunque el uso final sea siempre el ya comentado. Se hacen de un material u otro por el espesor o las capas que se le quiere proporcionar. La rigidez de la culata y el tipo de bloque de cilindros es otro de los motivos por los que hay tantos tipos de culatas; por ejemplo, una pieza de aluminio se expande con el calor mucho más que una de hierro, así que seleccionaremos lo que mejor se adapte a las necesidades de cada coche.
También se tiene muy en cuenta la relación de compresión del motor, haciendo juntas más delgadas a mayor volumen de compresión. Por último, todas las juntas de culatas independendientemente del tipo que sean, cuentan con refuerzo de teflón en los bordes de los agujeros o en los anillos de empaquetadura.
Fuente: motor.mapfre