
Durante los últimos años, la tecnología ha permitido desarrollar diferentes parámetros y complementos enfocados a mejorar la seguridad de los vehículos. Y uno de los aspectos que más cambios ha experimentado es el sistema de iluminación de los mismos. Especialmente al conducir de noche, hasta ahora el conductor podía valerse solo de las luces para alumbrar en línea recta. Pero, ¿qué ocurre cuando contamos con un sistema de luces que trabajan en función del movimiento del volante? Esta es la premisa de las llamadas luces adaptativas, las cuales permiten cambiar tanto la potencia de la luz como la propia orientación de los faros, ampliando el mapa de visión, pero sin deslumbrar al resto de conductores que circulen por la misma vía.
Desarrolladas por diferentes fabricantes durante los últimos años, las luces adaptativas funcionan a través de una cámara situada en la parte frontal del vehículo (en el parabrisas, generalmente) que, a través de varios sensores, recopila datos sobre la velocidad del coche, las condiciones meteorológicas, el ángulo del giro del volante o la cantidad de luz solar a fin de desarrollar el mecanismo giratorio que permitirá guiar la iluminación en función del propio giro del volante.
Muchos de los sistemas de luces adaptativas funcionan a través de faros LED, ya que permiten una iluminación uniforme acorde a las condiciones de la carretera o los caprichos del conductor. Otros, por ejemplo, se nutren del propio sistema de navegación del vehículo para trazar los diferentes parámetros.
Ventajas de las luces adaptativas
A continuación, resaltamos las principales ventajas de las luces adaptativas:
- Mayor ángulo de giro: Al no formar parte de los faros principales del vehículo, las luces adaptativas pueden girar hasta 35 grados en cada lado.
- Uso del volante: Las luces adaptativas trabajan a partir del movimiento del volante, especialmente hasta que se alcanzan los 40 km/h.
- Mayor impacto: Al reducirse la luz de faro, las dos luces adaptativas se encienden de forma automática, de forma que la transición a un claro oscuro (y los consecuentes obstáculos de este cambio) son perfectamente visibles desde el primer momento, evitando entrar de forma brusca en la oscuridad.
Fuente: blog.helloauto