
Lo más frecuente es tener algún problema en el suministro de aire, el motor no tiene suficiente oxígeno para quemar el combustible y pierde potencia. Esta carencia puede ser por varios motivos y a continuación te detallamos los más frecuentes, claro está, empezando por los que se pueden solucionar sin conocimientos de mecánica.
Filtro del aire
Todo el aire que entra en el motor pasa por un filtro para evitar la entrada de impurezas. Puede que esté taponado por la suciedad acumulada con el tiempo o porque hayamos circulado en zonas con una cantidad muy grande de polvo o humo. Si es así, tu motor no “respirará” adecuadamente y no le llegará suficiente oxígeno para quemar el combustible, con la consiguiente pérdida de potencia.
Solución: Tú mismo puedes comprobarlo abriendo la tapa donde está alojado para ver si el filtro está taponado. Aunque no es recomendable, algunas personas lo quitan asegurándose de estar en una zona con la menor polución o polvo posible en el ambiente y circulando un momento. Si la pérdida de potencia ha desaparecido, se ha dado en la techa y se puede comprar uno por poco dinero para solucionar el problema.
Caudalímetro
Es la pieza encargada de medir el flujo de aire que llega al motor y trabaja conjuntamente con la centralita del coche. En caso de que mida mal la cantidad de aire, el problema suele ser detectado por la unidad de control del motor, que comienza a funcionar en modo de emergencia, algo que limita la potencia que puede desempeñar el motor.
Solución: el caudalímetro suele estar cerca de la entrada de aire del motor donde está el filtro. Para solucionarlo, muchas veces basta con una llave de allen y un limpiador para quitarle las impurezas que provocan su mal funcionamiento.
El turbo
Si tu coche tiene turbo, puede que éste no suministre el suficiente aire a presión al cilindro y el motor se muestre más perezoso. Si está roto la pérdida de potencia será muy drástica. Si tu coche tiene un turbo de geometría variable (como la mayoría de los diésel actuales) y notas que tu coche pierde potencia en rangos de revoluciones donde antes si rendía bien, puede que los álabes se hayan atascado. Aun así, lo normal es que unidad de control del motor detecte el mal funcionamiento y, al igual que con el fallo del caudalímetro, entre en modo de emergencia.
Sensor del turbo
De nuevo aquí puede ser una cuestión más electrónica que mecánica. Más de una vez, el turbo funciona correctamente, pero el sensor que mide sus revoluciones es el que da problemas. Este sensor, indica a qué velocidad gira el turbo para mantenerlo bajo control.
Por ejemplo, el sensor del turbo es el que indica a qué revoluciones gira para saber cuando cambiar la geometría de sus aspas. También se encarga de indicar cuándo llega a las máximas revoluciones aptas para que no se estropee, y que no sigan aumentando. Si funciona mal, puede desembocar en el deterioro del turbo o su rotura, pero de nuevo la unidad de control del coche suele detectarlo y entrar en modo emergencia para no llegar a esos extremos.
Bomba de combustible
Una de las razones para que el combustible no llegue adecuadamente, puede ser un fallo en la bomba de combustible. La bomba de combustible permite trasladar el líquido de dinosaurio desde el depósito al motor, en caso de que este mecanismo falle, en muchas ocasiones se intenta arreglar, ya que una bomba nueva tiene un gasto muy elevado. Debido a que en ocasiones el combustible posee impurezas o agua y con el fin de que salvaguardar los inyectores, el sistema responsable de suministrar el combustible, posee una serie de filtros con muy bajas tolerancias
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Fuente: https://www.actualidadmotor.com/perdida-de-potencia-del-motor/