
Uno de los detalles que más llaman la atención cuando vemos un vehículo son sus faros. Además, los fabricantes prestan especial atención en el diseño de los mismos y la tecnología a incorporar. De esta manera, nos encontramos con tipos de focos para autos de luz halógena, xenón, LED o Full LED. Normalmente, existe confusión en estos dos últimos tipos, mientras que las ópticas halógenas o de xenón suelen ser fácilmente identificables.
La diferencia entre ambos es realmente sencilla de entender. En primer lugar, luces LED para carros son las siglas utilizadas para Light Emitting Diode, que, precisamente, alude a su conformación por una serie de diodos de luz de gran intensidad. En el caso de los faros LED, se combinan con otras tecnologías más antiguas, como lo es la luz halógena. En sus orígenes, este sistema de iluminación solía utilizarse únicamente para las calaveras y las intermitentes.
La evolución y desarrollo de la industria llevó a crear los faros Full LED, integrados por primera ocasión en el Audi R8. Entre las principales ventajas, encontramos una serie de diodos que no se mezcla con ningún otro sistema de iluminación, lo que ofrece ventajas notables en el apartado estético y muy valiosas para la conducción.
Entre los beneficios que los faros Full LED, se encuentra la libertad que da a los fabricantes a la hora de diseñar sus vehículos. Los ingenieros tienen mayor facilidad para la colocación de la serie de diodos, ya que se pueden distribuir a placer en pro de una estética más llamativa y moderna, algo que no permiten las luces halógenas, de xenón o LED. La irrupción de esta tecnología permitió a las marcas desarrollar su propia firma lumínica, convirtiendo estos componentes en auténticos símbolos de identidad.
De igual manera, una óptica basada en tecnología Full LED genera un haz de luz que puede ser activo o variable, aunque esto dependerá de cada caso en particular. Dichos faros ofrecen una mayor versatilidad porque los de tipo adaptativo incorporan funciones adicionales que, incluso, inciden en la seguridad de un vehículo. Por ejemplo, los diodos pueden reducir su intensidad si la unidad detecta que un coche viene de frente para evitar un deslumbramiento.
Otra ventaja de los faros Full LED sobre los LED se presenta en el apartado de la eficiencia, ya que utilizan menor energía, lo que a su vez puede mejorar ligeramente el consumo. A pesar de esto, suelen entregar mayor intensidad que cualquiera de sus rivales, haciendo caso omiso de los faros láser que todavía se ubican un escalón por encima, pero que son excesivamente costosos.
En la conducción, los Full LED también entregan un alcance considerablemente mayor, por lo que mejora la percepción del camino y favorece la toma de decisiones con más anticipación. A lo anterior, se suma que tienen una tonalidad muy parecida a la luz natural, generando un menor cansancio visual durante el manejo nocturno. Por si fuera poco, presumen una vida útil más extensa que las luces LED para carros con reemplazos más esporádicos.
Una de las pocas desventajas que podemos hallar en el caso de los faros Full LED tiene que ver con la temperatura que generan durante su funcionamiento, la cual resulta tan elevada que los fabricantes de vehículos se ven obligados a integrar costosos sistemas de refrigeración para estos componentes.
Fuente: automexico