Si traes tus llantas en buen estado no deberías tener grandes problemas de seguridad. Sin embargo, bajo ciertas condiciones es posible que un neumático se te reviente mientras circulas.
Es una situación difícil, especialmente si te desplazas a altas velocidades como en la carretera, los nervios se te alteran, entras en pánico y piensas que estás a punto de chocar o volcarte. El ruido de la explosión de la llanta es terrible.
Generalmente se piensa que las llantas se revientan por exceso de presión, no obstante, se ha reportado que es al contrario. Las llantas suelen explotar por una baja presión de aire, el peso del auto hace que el punto de elasticidad del caucho llegue a su límite y las estructuras internas de la llanta ceden hasta quebrarse.
La explosión es estruendosa y descontrola al conductor.
- Lo primero es guardar la calma. Esa es la clave porque te permitirá pensar con claridad, evaluar la situación y tomar las decisiones adecuadas sin comprometer tu integridad física.
- A pesar de que la primera reacción es frenar, esto no es lo que sugieren los expertos en el tema. Se han realizado simulaciones de llantas reventadas en las cuales se colocan explosivos dentro de los neumáticos y se ha demostrado que frenar en seco provoca mayor descontrol en el vehículo.
Lo que se sugiere es acelerar ligeramente para estabilizar la dirección del vehículo.
- También debes mantener las manos firmes en el volante, evitar movimientos bruscos y fuertes.
- Retira el pie del acelerador con suavidad hasta que el auto comience a perder velocidad.
- Utiliza tus espejos para observar si hay otros autos alrededor, si no los hay comienza a orillarte con cuidado hasta el acotamiento del camino o en un punto seguro.
Como ves no es tan difícil salir de esta situación, pero sí requiere concentración y no perder el control.
Fuente: roshfrans