
Las personas creen que no se debe cambiar el anticongelante de un vehículo con frecuencia, pero esto no siempre es verdad. Existen algunos líquidos que no son de larga duración, por lo que se debe evaluar su estado, sobre todo, si no se ha cambiado durante un tiempo considerable. Poner atención en este aspecto es fundamental, ya que el anticongelante tiene componentes para proteger las piezas del motor, pero pierde sus propiedades con el paso del tiempo.
El purgado del anticongelante debe efectuarse como un procedimiento preventivo por la pérdida de sus propiedades o, en su defecto, como un proceso forzoso tras una avería en el sistema refrigerante o corrosión en el radiador.

Purgar el anticongelante es un proceso sencillo, pero se deben tener algunos conocimientos básicos antes de aventarse a la tarea. Primeramente, el proceso no se realiza de la misma forma en todos los vehículos, por lo que tenemos de estar seguros del tipo de purgado que se debe efectuar sobre nuestro vehículo.
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De la misma manera, es muy importante tomar todas las precauciones para no quemarnos, esto debido a que el anticongelante puede salpicarnos durante las maniobras a temperatura de servicio. No olvidemos tampoco que tiene propiedades tóxicas, por lo que evitaremos el contacto con los ojos. te recomendamos utilizar gafas y guantes para cualquier trabajo mecánico donde estemos expuestos a agentes tóxicos.
Pasos para purgar el anticongelante
Todo iniciará después de haber drenado el anticongelante viejo del sistema de enfriamiento. ( almacenarlo en botellas y desecharlo como residuo químico que daña el medio ambiente). Suponiendo que no hallamos restos de aceite, gasolina o metal que apunten a una falla en el motor, procederemos a colocar el líquido nuevo.
1.- Encenderemos el motor para que el líquido alcance temperatura de servicio, a fin de que el termostato se abra y permita la circulación por todo el sistema de enfriamiento.
2.- Prender la calefacción al máximo, pero con el ventilador al mínimo, a fin de asegurar la apertura del circuito secundario. En este punto, notaremos que el nivel del anticongelante baja de forma marcada en el depósito.
3.- Rellenaremos hasta que el aire haya sido expulsado en su totalidad y el nivel se estabilice. La parte clave de este proceso es asegurarnos de que estamos realizando el proceso a la temperatura óptima de trabajo del motor. Finalmente, cerraremos el vaso expansor o el tapón del radiador.

En el mercado también encontramos modelos que se encargan de purgar el anticongelante por su cuenta. Lo único que tenemos que hacer en estos casos es saber cómo activar el sistema correspondiente. Lo anterior, debido a que los autos que incorporan este mecanismo tienen diferentes formas de activación.
Recuerda que el anticongelante se debe cambiar al menos una vez cada 2 años o cada 30,000 kilómetros, pero no está de más revisar las recomendaciones que emiten los propios fabricantes. Los periodos de sustitución, que conllevan forzosamente un proceso de purgado, varían dependiendo de las especificaciones del motor y el refrigerante de la mezcla.
Fuente: automexico