
Hablar de motores, también supone conversar sobre los diferentes materiales que las marcas han ocupado a lo largo de los años para su fabricación. En la última década, el uso de motores de aluminio se ha vuelto más popular cada vez tanto en el mundo de los autos deportivos, como especialmente, en automóviles subcompactos y compactos que requieren un peso más ligero para funcionar adecuadamente.
Queremos que estés informado acerca de todo lo que rodea al mundo de los motores de aluminio, y por ello es que hemos preparado este artículo donde te orientamos y te decimos todos los puntos más relevantes de este tipo de propulsores.
- Ventajas de motores de aluminio
Prácticamente todo acerca de los motores de aluminio son ventajas, y es que al tratarse de un avance en la tecnología de propulsores es casi una obviedad que la mayor parte de lo que podemos enlistar sea a favor de este tipo de motores.
Ejemplo de ello es la considerable reducción de peso en comparación con los motores de hierro o acero tradicionales. El aluminio es un metal de gran rigidez y poco peso, con lo cual se vuelve uno de los materiales preferidos para la industria automotriz actual.
Al entregar una reducción de peso en comparación con los modelos tradicionales, un motor de aluminio es una excelente opción para promover características como la economía de combustible y el mejor desempeño posible para un automóvil sea cual sea su segmento. Un coche citadino con motor de aluminio gastará menos combustible que uno con motor tradicional, y un coche deportivo con motor de aluminio irá mucho más rápido que otro deportivo con motor tradicional.
Otra de las ventajas de motores de aluminio es una mejora sustancial en la capacidad de disipación de calor. Los motores no tienden tanto a sobrecalentarse como lo harían los de acero o los de hierro. Esto los hace especialmente útiles en el ámbito de los autos deportivos, ya que se les puede exigir bastante sin tener una penalización tan fuerte o correr tanto riesgo de dañar el propulsor.
- Desventajas de motores de aluminio
No todo es miel sobre hojuelas con los motores de aluminio, y es que, si bien ofrecen muchísimas ventajas cuando los comparamos con motores de similares dimensiones, pero de otros materiales, también hay algunas desventajas que vale la pena tomar en cuenta.
Una de las desventajas clave en cuanto a los motores es la dificultad para repararlos una vez que han sido dañados, aunque hay que matizar: nos referimos a daños estructurales al motor, como cuarteaduras o perforaciones.
Por su naturaleza, el aluminio es un componente con un proceso de soldadura costoso y poco común, por lo cual en caso de tener ligeramente roto o cuarteado el bloque principal del propulsor, la única opción será cambiarlo directamente por uno nuevo.
Asimismo, el aluminio requiere algunos cuidados especiales con productos que resultan algo más costosos que los aplicables a los motores tradicionales. Un motor de aluminio es más moderno, ligero y eficiente, pero también es algo más delicado en cuanto al mantenimiento.
Fuente: automexico