
Las bolsas de aire, o «airbags», son el sistema de seguridad secundaria de tu automóvil (el primario son los cinturones de seguridad) para protegerte de lesiones en caso de accidente. Por ello, es necesario saber algunos detalles de esta importante característica de seguridad, con el fin de usarla correctamente. Antes que nada, ¿cómo funcionan? Al ocurrir un choque, el sensor de las bolsas de aire envía un pulso eléctrico que libera una pequeña cantidad de una mezcla química explosiva, que es la encargada de liberar el nitrógeno necesario para inflar las delgadas bolsas de nylon en tan sólo 30 milisegundos.
A medida que la bolsa se infla, se abre paso de entre una hendidura del tablero, de modo que ni el volante ni ninguna otra superficie en el frente impacte con la cara o el cuerpo del conductor o del acompañante. Cuando la cabeza o el cuerpo se encuentran con la bolsa de aire, esta amortigua el golpe al desinflar los orificios existentes en su superficie.
Las bolsas de aire están diseñadas para desplegarse a una velocidad de colisión superior a 25 km/h, y cuando el ángulo de impacto es de unos 30 grados a cada lado de la dirección del automóvil, lo que significa que las bolsas de aire frontales no se desplegarán en caso de un impacto lateral o volcadura.
¿Dónde se alojan? Cuando comenzaron a usarse se alojaron al interior del volante para proteger al conductor durante una colisión frontal, pero hoy en día se pueden montar en todo el automóvil para proteger a los ocupantes delanteros y traseros en una variedad de situaciones, incluidos los impactos laterales y los eventos de volcadura.
La NOM-194-SCFI-2015, cuya elaboración inició en 2013, estipula que a partir de 2019 los fabricantes de vehículos en México, deberán incorporar en sus vehículos al menos dos bolsas de aire y frenos ABS, además de certificar pruebas de impacto frontal y lateral. Algunos automóviles tienen hasta nueve bolsas de aire y son obligatorios, como los cinturones de seguridad.
Las bolsas de aire pueden pasar 15 años en perfectas condiciones, pero si planeas conservar tu auto tanto tiempo, se recomienda que las revises al menos cada 5 años para confirmar su funcionalidad.
Las bolsas de aire están diseñadas para pasajeros adultos, especialmente en los asientos delanteros, así que es mala idea transportar a un infante en esos asientos, incluso con el asiento para niños. Se recomienda entonces que viajen en los asientos traseros, donde se encontrarán más seguros.
Es también esencial para el buen funcionamiento de las bolsas de aire, que los ocupantes del vehículo se sienten de manera correcta, de otra manera, la bolsa de aire podría no prevenir las lesiones para las que fue creada, o incluso provocarlas.
Hay que tener cuidado de no colocar objetos o accesorios que puedan evitar el despliegue de la bolsa de aire o que se conviertan en proyectiles cuando ésta se dispara, como los soportes para teléfonos, cubiertas, imágenes, relojes, imanes y alfombrillas. Las fundas de los asientos también pueden obstruir el despliegue de bolsas de aire laterales montadas en el asiento.
Estos son algunos de los detalles para tener en cuenta acerca de las bolsas de aire, para que tú y tu auto estén siempre listos para cualquier eventualidad.
Fuente: autosblogmexico