
Una posible avería en la caja de cambios es la razón principal de que no entren las marchas, o bien, no lo hagan correctamente. A continuación, se describen los motivos más habituales que pueden provocar esta avería y cuáles pueden ser las soluciones en cada caso:
- Desalineado de los dientes de los engranajes.
Ante esta situación, normalmente, es suficiente con meter otra marcha diferente y, sin soltar el pedal de embrague, meter la marcha que se quería. Cuando la marcha que se desea engranar es “reversa», basta con introducir la “primera” como marcha puente y luego volver a poner la “reversa”. Si esta solución no es efectiva, se recomienda rodar mínimamente con la marcha intermedia metida y luego cambiar a la marcha deseada. En caso de que estos problemas sean frecuentes, es posible que el desalineado se deba a un motivo más grave como los que se describen a continuación. - Engranajes dañados.
Cuando los engranajes están dañados no permiten una entrada correcta de las marchas, ya que interfieren entre sí. En ese caso, al tratar de meter una marcha se oye un ruido de “rascado” e incluso se puede sentir, a través del tacto de la palanca de cambios, que existe algún problema. Además, al estar dañados, los engranajes han podido desprender virutas metálicas que interfieren en el engranado y pueden agravar la situación, haciendo que no entren las marchas o provocando que se desengranen por sí solas. Ante estas situaciones, se debe desmontar la caja de cambios y reemplazar los componentes dañados. - Lubricación incorrecta de la caja de cambios.
Si la calidad y el nivel del aceite no son los correctos, los dientes sufren más al engranar entre ellos y este exceso de fricción puede dañarlos y bloquearlos, imposibilitando el cambio de marchas o dificultándolo. Como ejemplo concreto, si las marchas no entran bien con el motor frío, es posible que se deba a que el aceite utilizado no es el adecuado para la climatología del momento. Para subsanar el problema, es necesario comprobar el nivel de aceite o bien renovarlo por otro tipo más apropiado. - Desgaste del embrague.
Un fallo en el funcionamiento del embrague también puede provocar un “rascado” a la hora de introducir las marchas. En este caso es fundamental inspeccionar adecuadamente el embrague, puesto que las soluciones pueden ser muy diversas: sustitución del cable (en un embrague de fricción), purga del circuito (en un embrague hidráulico) o sustitución del disco del embrague (en este caso se recomienda la sustitución del kit completo del embrague
Fuente: blog.reparacion-vehiculos
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