A lo largo de la historia nos hemos encontrado con un montón de tunings curiosos capaces de levantar nuestra emoción. No es la primera vez que remarcamos la diferencia entre una modificación asombrosa y una aberración.
Cuando la gente no sabe cuándo detenerse pueden ocurrir cosas horribles…como la que estamos a punto de observar.
A simple vista es un tipo de Golf Cabrio 1979 con modificaciones visibles en la parte trasera. Algo exagerado.
Sin embargo, en sus entrañas oculta algo más oscuro. Se trata de la plataforma de un modelo de Pontiac comercializado en Estados Unidos llamado Fiero al que se le implementaron las piezas de la estructura exterior de un Golf (Rabbit en EU).
Utiliza un motor V6, con turbo. Justo aquí se enfatiza la pesadilla. El turbo se encuentra lejos del motor, en la parte trasera que fue adecuada como un tipo de camioneta, y se le encuentra encima de la cabeza del conductor.
Obviamente el tubo de escape, le sigue, y se encuentra visible encima de lo que debería ser el maletero. ¿Por qué le hicieron algo tan estéticamente cuestionable?
Sólo encontramos una respuesta factible: estamos ante un proyecto MUY PERSONAL de algún loco que un día soñó con un coche así. Un gusto que seguramente costó miles de dólares y terminó convirtiéndose en una pesadilla sobre ruedas.
Eso no es todo. Alguien lo está vendiendo y tiene un precio de 72 mil pesos (3 mil 500 dólares). ¿Alguien lo comprará? Lo dudamos, pero nos deja una lección importante.
NUNCA compres tunings que hayan soñado otras personas. Son sueños ajenos, sobre todo cuando pierden el sentido como éste. Algunas veces, cuando la gente no sabe el momento en que debe detener de hacer modificaciones obtenemos rarezas como la que observas en las imágenes.
Estos coches estarán “bien” para sus primeros dueños. Después pierden el encanto y nos preguntamos cómo se hicieron realidad.
Un tuning debería conservar la naturaleza del coche original, nunca sobrepasar –sin los implementos necesarios- sus alcances, y sobre todo, ser FUNCIONAL.
A nuestros lectores: la próxima vez que proyecten un tuning piensen si ese coche pasará el resto de su vida útil en sus cocheras. Si la respuesta es no, deténganse y piensen que allá afuera el resto de la gente no necesariamente compartirá su gusto excéntrico.
Fuente:atraccion360
