
Debido a un accidente automovilístico se pueden presentar diferentes deformaciones en la carrocería de un vehículo. Ya sea un golpe por detrás, un choque aparatoso o por una colisión de frente contra un objeto, se vive todo el proceso del accidente: valoración de daños y reparación en el taller. Pero, sobre todo, por ello un auto puede tener un descuadre.
Cabe mencionar que las fuerzas causadas por la colisión hacen que un auto cambie de forma brusca su velocidad y dirección, causando que la estructura de la carrocería se deforme. Hay dos fuerzas que intervienen en la colisión y provocan el descuadre:
Fuerzas externas: Son aquellas que provienen del exterior, del objeto con el cual se colisiona.
Fuerzas internas: En este caso, la inercia es la fuerza generada por los elementos del auto.
Para poder absorber dichas fuerzas, los fabricantes utilizan diversos elementos con el fin de reducir el impacto a la carrocería y proteger lo más que se pueda a los ocupantes. Para resguardar la carrocería, ocupan la deformación programada, concentradores de esfuerzo y puntos fusibles; para proteger a los ocupantes, está la seguridad pasiva. Pero ello no garantiza que no se descuadre el auto.
Así, la distribución de las diferentes fuerzas por medio de las piezas estructurales genera distintos tipos de daño en la carrocería, como el descuadre, en los cuales el técnico de carrocería debe basarse para realizar una reparación adecuada y analizar el tipo de deformación estructural para elegir el método de reparación adecuado.
En la carrocería monocasco o autoportante se evidencian los siguientes tipos de deformación que provocan el descuadre de un vehículo:
1. Descuadre por golpe en forma de plátano
La flexión lateral es un tipo de daños que se conoce en los talleres de lámina y pintura como golpe de plátano, porque la carrocería presenta una deformación en su parte lateral asemejándose a este fruto. Es una de las formas de descuadre más complicadas desde el punto de vista de la reparación.
Debido a que se ve afectada la caja central o el habitáculo, este es el punto de referencia que se considera para realizar cualquier reparación. Un error en el estiraje puede afectar las medidas, provocando como consecuencia un descuadre en las líneas del auto que son necesarias para colocar puertas y salpicaderas.
Cuando se presenta este tipo de daños se ven afectadas piezas de acceso difícil o nulo, como en el caso del estribo (la pieza lateral inferior del marco de las puertas), el cual va fijado por soldadura al piso del habitáculo y que no tiene acceso para su reparación. En la carrocería monocasco, este descuadre puede afectar las puertas, estribo, pilares y cofre, así como generar daños estructurales y en el piso del habitáculo. Esta es la desventaja que tiene la carrocería autoportante, ya que las piezas se soportan entre ellas.
2. Descuadre por compresión
La compresión se produce al colisionar de manera directa sobre el eje longitudinal del vehículo. Se reducen las dimensiones, se comprimen las láminas, y puede ser frontal o trasero, desprendiéndose el descuadre. En esta zona, la absorción del golpe es mayor porque las defensas son plásticos y cuentan con absorbedores de impactos; por ello, la reparación de esta zona es menos compleja desde el punto de vista estructural, pero aumentan un poco los costos en la parte delantera porque se afectan piezas mecánicas.
3. Descuadre por golpe en forma de rombo
Se conoce como descuadre en forma de rombo o diamante y se produce cuando un lado del auto se ha movido hacia delante o hacia atrás en relación con el otro. Ese tipo de deformación es característica de la carrocería de largueros o travesaños. En la carrocería monocasco se debe realizar la medición en tres dimensiones para evitar desfases en la carrocería; se deben elegir bien los tiros y contratiros al realizar el estiraje. Puede presentar combinación de deformación con pérdida de nivel.
4. Descuadre por torsión
La torsión (o twist) ocurre cuando se giran las puntas de chasis o el piso con respecto al lado contrario, en un plano paralelo u horizontal. Se determina llevando a cabo las respectivas mediciones. Este tipo de daños es complejo de reparar, pues existe más de una zona con deformaciones. También se debe analizar desde un plano en tres dimensiones para ubicar el descuadre.
De esta manera, para realizar reparaciones al piso se debe considerar que al ir estirando la pieza no se repartan los daños a las zonas donde no está afectada, ya que por ser una pieza plana las fuerzas se distribuyen; se deben liberar tensiones en las zonas que no se encuentran afectadas, con el fin de evitar el descuadre.
Cabe mencionar que, para reparar cualquiera de las deformaciones de chasis, se debe realizar una medición, realizar un plano en tres dimensiones y comparar las medidas con las del fabricante. Lo importante es poder determinar los puntos donde se desea aplicar la fuerza y no queden elementos que provoquen el descuadre.
Un buen diagnóstico de la carrocería evita desviaciones que pueden interferir en la trayectoria de las llantas del auto, que afectan la alineación de la dirección.
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Fuente: autosblogmexico.com