
Los efectos de usar agua o mezcla de agua con refrigerante, así como no renovar el refrigerante pueden generar inconvenientes en menos tiempo de lo que se imagina.
En ocasiones podemos encontrar gran cantidad de corrosión reflejada en la tapa y la parte superior del radiador, para solucionar el inconveniente se debe realizar el cambio del refrigerante las veces que sea necesario hasta que salga del color que es y haya salido todo el óxido.
¿Qué daños se pueden presentar?
Con la presencia de óxido en el tanque del radiador o el tanque auxiliar ya podemos imaginarnos que hay daños internos, puede ser que con sólo sustituir el refrigerante sea suficiente y que no existan daños en el sistema.
Los primeros que presentan deterioro son los radiadores, el del agua y el que se encuentra dentro del habitáculo que sirve para la calefacción. Puede presentar poros y fugas de refrigerante en el piso del habitáculo, humedeciendo el lado del pasajero, podríamos confundirlo con una entrada de agua en la puerta.
En muchos de los casos es un indicio de problemas por recalentamiento, la temperatura comenzará a elevarse, el depósito del refrigerante se puede tornar también de un color rojizo cobre, luego se podrá notar presencia de óxido en la bomba de agua, en el termostato.
Es por esto que no debemos aplicar agua al radiador, o mezclar el agua con el refrigerante, también debemos asesorarnos con el mecánico de confianza cuál es el momento ideal para sustituir el líquido refrigerante del sistema, algunos son de duración limitada y otros de larga duración hay que asesorarse para sustituirlo. La recomendación sobre el tiempo o kilometraje en el que debe sustituirse el líquido lo relaciona cada fabricante en sus mantenimientos, al igual que las especificaciones del mismo.
Fuente: pruebaderuta